Así que sin más dilación, vamos a la crítica.
Sinopsis: El joven príncipe Patroclo mata por accidente a un muchacho. Repudiado por su padre, es exiliado al reino de Ftía, donde lo acoge el rey Peleo, un hombre bendecido por los dioses, inteligente, apuesto, valiente y reconocido por su piedad. Tanto que se le concedió el más alto honor, la posibilidad de engendrar un hijo con una diosa: Aquiles. Aquiles es fuerte, noble, luminoso. Patroclo no puede evitar admirar hasta el último de sus gestos.
La sinopsis es más amplia en realidad, pero la he acortado ya que considero que eso es lo indispensable para saber de lo que trata, y el resto de la descripción es algo que debe ser leído a su tiempo.
Si os suena el nombre de Aquiles (lo cual es lo más normal), ya sabréis que de una forma u otra el libro va a cubrir la guerra de Troya. Sin embargo, en todo momento la historia gira alrededor de estos dos chicos, así que no problem.
Cuando empecéis a leer, no sé si os quedará claro del todo si la madre de Patroclo está loca o no. Luego se resolverá ésto, pero os digo que SÍ que está loca. No influye en el resto del libro, pero meh, a mí me descolocó y quise ponerlo aquí. Se supone que averiguan que algo falla porque sonríe en su boda, y al parecer en esa época nadie sonreía en su casamiento.
En fin, segunda aclaración para determinado momento del libro: el primer color es púrpura y el segundo es carmesí.
Vale, ahora la crítica constructiva. Madeline Miller es capaz de hacer que nuestros sentidos se derritan y que nuestra conexión con Patroclo sea MUY intensa. Prácticamente, y tal como lo describe, resulta casi posible que te enamores tú también de Aquiles. No me linchéis, esto no es spoiler, ese amor te lo hueles desde que se conocen. La autora no le vio necesario ponerle más misterio. Está en prosa, pero es una escritura elegante y dulce sin ser pesada. Y no, NO ES UNA CANCIÓN. Para algunos resulta obvio, pero para otros no. Ya me lo han preguntado varias personas.
Ahora bien, lo que voy a decir es algo totalmente subjetivo ya que depende de los gustos. Las escenas de guerra en ocasiones se me hacen muy largas. Esto es porque desde siempre he apreciado más lo romántico, me pasa en todos los libros. Pero, claro, mis favoritos son los que juntan ambas cosas, ni 100% sangre ni 100% discursos melosos. Las escenas de intimidad son GENIALES, para mí de las mejores. El vocabulario usado en ellas es suave y apenas erótico, ya que probablemente la intención prioritaria es hacer ver que ambos personajes se aman, y no que se desean sexualmente (aunque también). ¿Os gusta la mitología? Leedlo. Os hará integraros más en la historia, y dará mayor importancia a Patroclo, que normalmente pasa desapercibido. ¿No os gusta? No os preocupéis. El tema de los dioses y los monstruos está presente, pero no es lo más importante, no os hará falta saber nada de mitos para seguir bien la trama. Aunque, si sois curiosos, San Google siempre tiene respuestas (o, si sois más tradicionales, las bibliotecas :D)
Ahora, no entiendo por qué Quirón me ha resultado tan frío. Supondo que, habiendo leído Percy Jackson ya tenía una visión de él como un centauro dulce y benévolo, no como el entrenador duro que en realidad es. Así que, pensándolo mejor, me parece más "fiel" la adaptación de Quirón de Miller que la de Rick Riordan.
Turno de las estrellas. Aclaro: va a tener más que Jane Eyre, no por ser mejor obra, sino por haberme aportado mayor disfrute. Si lo viésemos de un modo objetivo, se cambiarían las tornas.
Sé que le puesto un par de fallos, pero eso no afecta para nada a su nota. 5 estrellas, en mi opinión, es lo merecido.
¡Besos enormes y que leáis felices!
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